Una válvula de ducha obstruida hará que disminuya la presión del agua de la ducha. Esta caída en la presión del agua puede ocurrir repentina o lentamente con el tiempo, dependiendo de la fuente de la obstrucción. La acumulación de depósitos de agua dura implica un proceso lento, lo que significa que es posible que no se dé cuenta de que la presión del agua ha disminuido hasta que la obstrucción se agrave. El sedimento de una ruptura reciente de la línea de agua u otro problema de plomería provocará una obstrucción más repentina en la válvula de la ducha.
Paso 1
Cierre la válvula de agua principal de la casa para cortar el flujo de agua de la casa, o cierre ambas válvulas en el panel de acceso ubicado en la pared detrás del grifo de la ducha. Abra la ducha para asegurarse de que el flujo de agua se haya cortado por completo.
Paso 2
Retire el tornillo que sujeta la manija de control en el grifo, ubicado en la parte inferior de la manija o debajo de la tapa en el medio de la manija. Retire la manija del conjunto de la válvula y desenrosque las mangas o adaptadores del conjunto.
Paso 3
Gire la válvula fuera de la tubería con una llave ajustable. Coloque la válvula en un plato lleno de vinagre blanco caliente para que la válvula esté completamente cubierta.
Paso 4
Enjuague la válvula con agua tibia y límpiela con una toalla de papel limpia. Gire la válvula en su lugar con la llave ajustable. Atornille nuevamente las mangas o piezas de adaptador.
Paso 5
Deslice la manija de control hacia atrás en el conjunto de la válvula y vuelva a colocar el tornillo que retiró antes. Vuelva a abrir el agua de la ducha y compruebe si hay fugas.
