Si guarda los pinceles cuando todavía estaban húmedos por la limpieza o si los almacenó en una caja de herramientas abarrotada, podría terminar con cerdas que están dobladas y deformadas. Es una mala idea pintar con un pincel de este tipo, porque terminarás con pinceladas desordenadas y también aumentarás tus probabilidades de gotear pintura al pintarlo. Afortunadamente, devolver estas cerdas a su forma original es rápido y fácil. Simplemente siga este método y nunca tendrá que tirar otro cepillo debido a las cerdas rizadas.
Paso 1
Deje correr el agua caliente del grifo hasta que se caliente tanto como sea posible, luego llene un recipiente de vidrio o plástico que sea lo suficientemente grande como para contener todos los cepillos dañados.
Paso 2
Coloque todos los cepillos que necesitan enderezarse con cuidado en este baño. Asegúrese de que todas las cerdas estén completamente sumergidas. Déjelos remojar durante unos 10 minutos.
Paso 3
Saca los cepillos de la bañera y acuéstalos sobre una superficie plana. Si tiene varios cepillos, colóquelos en una fila con todas las cerdas apuntando de la misma manera y alinee las bandas de metal en las bases de las cerdas.
Paso 4
Acuesta el borde de una bandeja para hornear sobre las cerdas de todos los pinceles. Coloque productos enlatados pesados en la bandeja para hornear directamente sobre los cepillos para agregar peso.
Paso 5
Espere a que los cepillos se sequen por completo. Todas las cerdas deben estar rectas y de nuevo en su lugar.