Los adoquines a menudo están hechos de concreto u otro material poroso del que puede quitar fácilmente las manchas con lejía y agua tibia. El blanqueador es un químico muy fuerte que deberá diluir antes de poder usarlo. Usar una concentración fuerte puede aclarar excesivamente el color de sus adoquines o hacer que aparezcan con manchas. Limpie sus adoquines en un día soleado para que tengan tiempo de secarse al aire después de enjuagar la solución de lejía.
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Paso 1
Diluya ½ taza de cloro en 1 qt. agua tibia.
Paso 2
Añadir 1 cucharadita. Jabón líquido para platos. Esto ayudará a mejorar la capacidad del blanqueador para eliminar las manchas difíciles de los adoquines y ayudará a enjuagar la suciedad.
Paso 3
Vierta la solución en una botella de spray.
Paso 4
Rocíe los adoquines con la solución hasta que los empape por completo.
Paso 5
Deje que los adoquines se asienten en la solución durante al menos 20 minutos. Esto le dará a la solución tiempo para hundirse en los poros de los adoquines, de modo que no necesite fregar con tanta fuerza.
Paso 6
Frote cada adoquín con un cepillo de cerdas de nylon rígido. No utilice cerdas metálicas, ya que rayarán la superficie de la mayoría de los adoquines.
Paso 7
Enjuague la solución de lejía y la suciedad con agua de su manguera.
Paso 8
Deje que los adoquines se sequen por completo.